Por: Lurisol García G.
La
docencia actual, a pesar de los avances de la investigación educativa y de los
programas de formación de profesores de los últimos años, con demasiada
frecuencia se ha convertido en una actividad mecánica, improvisada y fría. El
profesor ha olvidado, no le interesa o no sabe cómo impartir una docencia que
además de informar, forme. El alumno recibe información, acumula teoría, pero
no es capaz de usar crítica y pertinentemente dicha teoría, tampoco de pensar
por sí mismo y de tomar posición frente a la realidad y al propio conocimiento.
El profesor, la mayoría de las veces, asume el papel protagónico y el alumno el
de escucha obediente, desapareciendo así la opción primordial del diálogo en el
acto de enseñar y aprender. Luego de la pandemia por COVID-19 esto ha tenido
que mejorar un poco, porque la educación tuvo que ser virtual de manera
obligatoria.
Según
Chema García, en su publicación del 20 de febrero del 2019 en su blog escribe
lo siguiente:
La
irrupción de las nuevas tecnologías ha provocado un cambio radical a la hora de
acceder a la información. Esto, aplicado en el campo de la enseñanza o a los
procesos de aprendizaje, supone una modificación igual de drástica en el rol
del docente en su comunidad educativa. Ahora, todo el contenido que deben
aprender los alumnos está en la red, así que lo que debemos cuestionarnos es:
¿cuál debe ser el rol del docente en los actuales sistemas educativos?
Hasta
hace unos años, el profesor era quien seleccionaba y curaba la información que
llegaba a sus estudiantes. El docente construía el conocimiento del alumnado y,
ante cualquier duda, los estudiantes acudían a él para ampliar o aclarar esas
lecciones. Ahora, resulta mucho más rápido acudir directamente a Internet. El
gran inconveniente de todo esto es que el alumno se sitúa ante una inmensa
cantidad de información que muchas veces es incapaz de asimilar, y es necesaria
una constante selección con la que saber valorar y distinguir los contenidos de
calidad. Es en este contexto en el que el profesor debe replantearse su papel.
¿Qué pasos debe dar el nuevo docente?
- Diagnosticar las necesidades.
El profesor debe conocer tanto las características individuales de cada alumno, como las necesidades grupales de la comunidad educativa que supone una clase (afinidades, relaciones, experiencia, etc.).
- Preparar las lecciones.
Para organizar el aprendizaje, será necesario planificar el curso mediante objetivos, contenidos, actividades, materiales didácticos y un sistema de evaluación, que tengan en cuenta la gran variedad de recursos que ofrece Internet. Así, el profesor debe preparar estrategias didácticas en las que se incluyan ejercicios individuales y colectivos, que promuevan el aprendizaje autónomo, la memoria constructiva y la motivación.
- Preparar los recursos didácticos.
El profesor tiene que elegir los materiales didácticos que se emplearán, también cuándo y cómo, estructurando su uso en función de los conocimientos previos de los alumnos, y sacando partido a los diferentes canales de información y lenguajes (hipertextos, iconos, multimedia, etc.).
- Motivar a los estudiantes.
Por ello se entiende despertar el interés del alumnado de los centros educativos hacia los contenidos de la asignatura, por ejemplo, estableciendo relaciones entre la materia impartida y sus experiencias de vida, planteando ejercicios grupales o destacando la utilidad de esas lecciones.
- Enseñar centrándose en el alumno.
El profesor debe proporcionar toda la información que requiera la docencia, teniendo en cuenta que no es la única fuente para sus alumnos; facilitar la comprensión de los contenidos, fomentar el autoaprendizaje, orientar en la realización de actividades, promover la colaboración, asesorar en el uso de los recursos y evaluar los aprendizajes de los estudiantes, fomentando también la autoevaluación.
- Ofrecer tutorías físicas y telemáticas.
Para
hacer un correcto seguimiento del progreso individual de los alumnos, será
necesario actuar de tutor, proporcionando el feed-back adecuado a los centros
educativos y al alumno, resolución de problemas y dudas, o incluso manteniendo
contacto con las familias. Para ofrecer un máximo rendimiento en estas
dinámicas, lo ideal es estar formado en el curso de tutorización online de
acciones formativas para el empleo. Con todo este bagaje, el docente también
perseguirá el fin de ser un ejemplo por seguir, tanto en las actuaciones como
en los valores.
Antes
de la pandemia por COVID-19, el contexto educativo tenía un panorama diferente
al que vivimos hoy. La presencialidad era fundamental para medir el aprendizaje
en los alumnos y el no asistir a clases era una desventaja porque creaba vacíos
que eran difíciles de recuperar.
Con la pandemia, la educación tuvo q reinventarse por completo. Poner en práctica múltiples conocimientos sobre tecnología aplicados a cada área del conocimiento. Esta renovada institución educativa, y esta nueva forma de educar, requiere una reconceptualización importante de la profesión docente y una asunción de nuevas competencias profesionales en el marco de un conocimiento pedagógico, científico y cultural revisado. Es decir, la nueva era requiere un profesional de la educación distinto, pero sobre todo con competencias tecnológicas muy desarrolladas para preparar los recursos didácticos.
Sin duda no es una tarea nada fácil, han sido paradigmas muy difíciles de romper, sobre todo para aquellos docentes que estaban acostumbrados a pararse frente a los estudiantes y ser el centro del conocimiento dejando de lado el uso de la tecnología o utilizándola para que los estudiantes entregasen tareas escritas por computadora. Docentes que no se atrevían a utilizar como herramienta tecnológica un correo electrónico o una plataforma educativa sencilla para hacer dinámica sus clases. Para ellos, fue muy difícil, sin embargo, muchos hicieron el intento y aprendieron en tiempos de emergencia sanitaria. Como dice el dicho "aprendieron a la mala", no tenían otra alternativa que aprender. Considero que los estudiantes valoran ese esfuerzo del docente reacio e incluso muchos los ayudaban.
Estoy segura que el docente post pandemia, tiene otra mentalidad, ve su profesión como un reto. Porque debe mantenerse a la vanguardia en muchos temas de tecnología y de su área, debe ser muy ingenioso para captar la atención de sus estudiantes y así hacer del contexto educativo una nueva versión.
CONCLUSIONES
- La profesión docente, es ejercida por una persona que adquiere y comparte conocimientos previos mediante la planeación, el desarrollo y la evaluación de la enseñanza y el aprendizaje.
- Dentro del nuevo contexto educativo, la tarea del docente es enseñarle al estudiante a aprender, pues el profesor debe ser el guía para ayudar a desarrollar la capacidad de análisis y así mejorar sus habilidades de estudio.
- El reto de los docentes es enfrentar la tecnología que cambia todos los días, poniendo en práctica los conocimientos psicopedagógicos de su asignatura.
- El docente debe tener la vocación de enseñar, para que pueda transmitir los objetivos de un contenido de manera clara, aprovechando los recursos a su disposición.
García, C. (20 de Febrero de 2019). Femxa.
Recuperado el 5 de Marzo de 2022, de
https://www.cursosfemxa.es/blog/el-papel-del-docente-en-la-actualidad
Imbernón, F. (s.f.). Universidad
de Barcelona. Recuperado el 6 de Marzo de 2022, de
http://www.ub.edu/obipd/docs/la_profesion_docente_ante_los_desafios_del_presente_y_del_futuro_imbernon_f.pdf
Oviedo, P. M. (2004). SCIELO.
Recuperado el 5 de Marzo de 2022, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982004000100003
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